martes, 21 de agosto de 2007

El GENEROSO DR. WUZ

Esto sucedió realmente. Incrédulos o interesados llamar a
Dr. Wuz al número en pantalla.


Ni se compra ni se vende el cariño verdadero. Ése se regala. Les presento a Dr. Wuz. Un hombre infinitamente generoso al que se le antojó regalar su yate. Así mismo: ¡Yate Regalado! No se trata de una lanchita cualquiera, nada de eso. Hablamos de una embarcación de 55 pies, un bote de madera enorme.
El tipo en cuestión reside en Marco Island, islita pulcra del estado Florida, popular por sus playas y tradición pesquera. Hace algún tiempo, Dr. Wuz se encargó de colocar, en ciertos puntos estratégicos, panfletos donde ofrecía gratuitamente su yate. En el papelito, tamaño carta, se mostraba la imagen de un lindo barco sobre las aguas tibias del mar. Conjuntamente, indicaba un número telefónico al que debían llamar los interesados en recibir el obsequio.
Rolando confesó sentirse atraído por la noble oferta que exponía el panfleto. Alcanzado su medio cupón de años y confiando en que “en el mar la vida en más sabrosa”, o por lo menos más entretenida que en Miami, detuvo su carro en plena avenida. Allí se encontraba una vieja camioneta, blanqueada por el sol, forrada con los mismos panfleticos que había observado anteriormente al costado de la carretera.

Descubrió a Dr. Wuz detrás de una barba extensa - como la de un nomo – sombrero de pescador, camisa estampada y acomodado dentro de su vehículo rotulado. Fue Wuz quien le hizo saber que era doctor. “Nice to meet you, Dr. Wuz”, dijo Rolando y comenzó a disparar preguntas cual periodista.
Wuz comentó ser activista político. Pronto realizaría una gira en búsqueda de estrategias para abrir comercio con Cuba. Se declaró científico inventor. Rolando también lo es, por lo que crearon rápidamente cierta empatía. Mostró entonces el fulano regalo que ofrecía. Para sorpresa de Rolando, éste no tenía absolutamente nada que ver con el de la foto. “Estrategias publicitarias” explicó Wuz. Ciertamente, se trataba de un yate de 55 pies, aunque a diferencia del de la foto, poseía un hueco descomunal en su parte inferior y por ende, la mitad de él se encontraba sumergida en el mar. “Se puede arreglar. Sólo hay que esperar a que baje la marea, ir con una planta eléctrica portátil, herramientas, algo de madera y tapar el hoyito”, esclareció el donante barba blanca.

Rolando disfrutaba la conversa. Le parecía un cuento entretenido de esos que publica la gente en los blogs. Se encontraba de lo más divertido, mientras su esposa lo esperaba y observaba desde el auto a un costado del camino. “Está loco el viejo ese. Yo no me bajo ni a patadas. ¿Qué tanto hablará Rolando con ese señor?”, pensó Gabriela.
“Dr. Wuz, una pregunta: ¿Por qué invertir tanto tiempo y energía en promocionar un donativo como este?”, interrogó Rolando.
Wuz bajó la mirada y reveló, algo enfurecido, que el Estado de la Florida le ordenó retirar inmediatamente la embarcación del mar. De no hacerlo, será penalizado con una multa de 30 mil dólares. “Los corruptos esos. ¿Puedes creer que ni siquiera me dejan quemarlo? Sería más fácil. Definitivamente, unos tramposos. Me multarán y luego vendrán ellos mismos a quemarlo, para lograrlo sacar. Sin embargo, ¡tú tranquilo que estás a tiempo! El barco no está tan mal que digamos. Hasta podrías dejarlo ahí y construir encima de él un condominio, por ejemplo. No utilizarías la parte inferior, claro, por aquello de que está hundida en el agua”. Así fue como Dr. Wuz anotó el número celular de Rolando, lo despidió simpáticamente y se excusó por su corto tiempo de atención. Debía pues, ir a bailar – Sí, así mismo: bailar - en un restaurante del pueblo donde presentan música country desde la una hasta las siete de la noche. Se marchó con su ancha sonrisa, confiado de haber hallado, finalmente, a un arriesgado marinero. Mientras, Rolando partió con una divertida anécdota para contar.

5 comentarios:

Ana Sosa M. dijo...

Jajajaja que bolas el cuento, está buenisimo, no puedo creer que eso en verdad le paso a tu hermanito!!! jajajaja... muy bien escrito mi vero, 100 ptos!!! todavía estoy q no creo q sea verdad jajajajaj pero bueno, en este mundo hay de todo un poco!!!

César dijo...

se cuenta y no se cree jejejeje

eusucre dijo...

jejejej!!!
whaat?

Verónica Ruiz del Vizo dijo...

jajaja si ! qué demencias ocurren en este planeta. Ani: Esto le sucedio a mi papá, no a mi hermano. Mi papá es el que tiene 50 años y esposa.
Besos a todos y gracias por sus comments

Vero Lopez Rivas dijo...

y a todas estas Dr. Wuz llamo a tu papa? jaja