jueves, 19 de febrero de 2009

El cuento porno que se perdió en las elecciones

La musa se había ido con Sabina. Pero volvió, sudadita y apagada, volvió. El pasado viernes llegó noctámbula y me sorprendí escribiendo un cuento nuevo para mi blog o para lo que fuese. “Va a quedar divertido y diferente” (eslogan barato de cualquier publicista barato). Ya tenía el título, los protagonistas, el clímax y el final. Era mía esa historia. Me gustaba.


“En la sala … a-já, voy a escribir en la sala” y atrás se oía el ventiúnico canal de noticias (y ojo: no estoy diciendo “el mejor canal de noticias”) que invitaba – casi de rodillas- a los venezolanos para las elecciones del fin de semana, en su 15 edición y contando. “Coño, ¿tendrás alcohol en tu casa? Hay ley seca y mañana es día de los enamorados ¡qué ladilla!” mensaje de texto, maldita globalización. “Sí vale. Aquí hay vino, creo. Vente. Pero no fastidies mucho que quiero escribir alguito”… “Eres una galla, marica”… “No, soy mamá y aún así estoy bien chévere, ridícula. Ja,ja,ja”.

Ahora sí… título: XXX, “bien”. Y comienzo con Martín, uno de los personajes. Y le escribo un mensaje de texto a Jorge Sayegh, para que me cuente sus anécdotas y así darle forma a la narración. “Bien, al fin viene la historia a la cabeza”.

¡Ring, Ring!
(o la canción que tengo de ringtone)

-Aló.

-Vero, ¿y tú cómo ves la cosa de este domingo?

-Bueno, difícil.

- No, vale yo creo que va a quedar bastante pareja, pero aún así: ganamos… yo digo que triunfa el NO.

-Mmm, no lo creo… bueno, no lo sé, yo siento al “SÍ” hasta en la pituitaria… ¿no ves propaganda política hasta en la tapa de tu poceta y piensas: ¡coño qué cagada!?

-No vale, Vero, en serio, marica

-Es muy en serio, y lo digo así sólo porque eso me tiene arrecha.

-OK.

-Sí, arrecha; además estaba escribiendo un cuento. Tengo días queriendo escribir. Quiero aprovechar que Carlota duerme para escribir y vienes con tu llamada para hablar de eso.

-¿Y Leo?

-En el playstation

- Ja,ja,ja… marica, qué gallos los dos… pero ¿vas a votar, no?

-Claro, aún con los resultados cantados yo voy a votar. Sólo para que al **** de Chávez le duela, en el estómago, esa gran cantidad de votos que tiene en contra; para que siga diciendo que esta es una oposición escuálida, que aquí hay igualdad y el montón de mentiras que lo caracterizan… y ya… me arreché contigo también.

-¿Y por qué? Ja,ja,ja.

-Porque ya no quiero escribir, ya me contaminé de política oootra vez.

-Lo siento, amiga. Así aprovechas y te tomas alguito. ¡Ah, coño! verdad que no puedes porque estás amamantando.

-¡Ay, cállate! No importa, me voy con mi bebé. Te quiero, pero chao.

Y dando pecho, pensé en Martín, el personaje ladrón que robaba a Jorge (otro personaje), y en Jorge quien llamaba a la policía. Y pensé en que los dos eran venezolanos. Y pensé que el policía era un personaje inútil, precisamente por ser policía y venezolano. Y me arreché. Y pensé en lo corruptos que son los policías, pensé en lo abusivo y lo mafioso. Y pensé en que a cualquiera en esta ciudad - como en muchas del país - lo roban; y que éste es un cuento repetido, aburrido en lo social. Pensé que realmente cual-quie-ra podía ser Jorge. Pensé que aquí nos atracan a todos (atracan, atracaron y atracarán). Y pensé en ese "todos". Pensé en gente conocida, en gente pobre, en gente rica, en familiares, en los familiares de esa gente. Pensé en cómo "todos" nos hemos vuelto esclavos de delincuentes y del abuso. Pensé en que no quería que Carlota creciera aquí. Yo soy mamá de una bebé de tres meses. A mí no me puede pasar nada, o no debería. Nunca había temido a la muerte, hasta ahora. ¡A Carlota le pueden robar a su mamá! Vivimos en la ciudad del miedo.


Y me dio arrechera. Me dio rabia. Me sentí mal. Me culpé por hacerla venezolana, por hacerla esclava de nuestras enfermizas medidas de seguridad. Por saber que aquí no se puede jugar en todos lados y que cualquiera, cual-quie-ra, es víctima de Caracas… cochina y sucia, por demás. Coño, sí. Sí lo había pensado antes, es verdad. Pero es que a este país no hay quién lo mida. Hasta cuándo vamos a seguir creyendo que algún día este gobierno de la rabia no nos va a sorprender. Justo donde se piensan que están los límites del abuso, justo detrás de esos límites, está este gobierno venezolano, con alguna forma novedosa para jodernos más.

Yo sí creo que este gobierno trabaja por los pobres. Aquí el chavismo rojito ha trabajado diez años por empobrecer al país entero. Y con ella aparece la delincuencia, la violenta delincuencia. Y yo no quiero para mi hija ningún tipo de violencia, ni para mi casa ni para la de nadie. Aquí Carlota no se va a criar a punta de coñazos violentos. No.



¿A dónde coño se fue el sentido común? Aquí, aún cuando no lo parezca, hay muy poco que explicar. Se trata de la calidad de vida de la gente, y de la de sus hijos, y de sus seres queridos. Yo no pienso en este país como el concepto de espacio físico. Yo pienso en la gente de este país, que habita un pedazo de tierra porque así le tocó, y todo el que tenga vivienda propia - o todo aquel que no la tenga- sabe lo jodido que es conseguir un pedazo dónde vivir. Y, sí, es verdad, veo gente que ahora se siente incluída y tomada en cuenta. Pero hasta ahí. No veo a muchos VIVIENDO mejor. No veo a ese "pueblo" tranquilo. Como tampoco creo que sean insuficientes diez años de mal gobierno para andarse pavoneaando con el logro de la “inclusión”; después de estos años debreían ser muchos más, ¿no?

¿En qué país viven los chavistas, coño? Hasta cuándo los intelectuales del chavismo van a regalarle argumentos creativos y "sólidos" al gobierno, para justificarle todo lo que dice, todas sus mentiras. Hasta cuándo van a servir de jala-bolas de un gobierno que ni siquiera esconde su corrupción, sino que se pasea escandalosamente en grandes camionetas blindadas y viajan como cualquier “piti-yanqui” adinerado por el mundo, comprando con dólares que les controlan a los demás. Mientras que esos demás se comen un cable o se traguan la propaganda política, las cadenas y el rojo.

Si todo fuese tan de “ante-ojito”, como decimos aquí; si tanta buena gestión fuese obvia ¿por qué gastar tanto dinero en propaganda política todos estos años (10, por si alguno el "todos" les suena menos)?, ¿haría falta tanto despilfarro propagandístico si el gobierno fuese realmente un buen gobierno? En este país -desde siempre- cuando el gobierno hace su trabajo, hay que aplaudirlo (cual foca) por ello. Hay que estar dando gracias –y el culo- porque ellos hacen el trabajo, por el que cobran a todos los venezolanos (hasta los "incluídos"). Y yo no creo que absolutamnete todos los votos sean comprados ni obligados; ni tampoco culpo y señalo a los venezolanos con el adjetivo de la ignorancia. Sólo creo que algunos –o casi todos- somos bastante ingenuos.

Que los pobres, en su pobreza, compran aquello de que la solución al problema está en vestir de rojo, votar sí y hacer pagar a los culpables de los gobiernos anteriores (en el orden que gusten); que en pocas palabras: la solución está en cobrarle las injusticias a la clase media, más no está en solucionar los problemas (la salida está en la arrechera, pues). Y los opositores siguen, en medio de su ingenuidad, creyendo que esta vez Chávez llegó al límite y que no existe otro exceso posible; del enemigo “piensa lo peor” y Cuba queda más cerca de lo que parece (y mi papá es cubano).

Aquí nadie vive en Venezuela, no. Esta no es la Venezuela de todos, ni la Venezuela de algunos. Esta es la Venezuela de Chávez. Él trata a este país, y los que vivimos en él, como su casa y los inquilinos. Y como todo inquilino, bastante es lo que le molestamos; porque no es nuestra casa, no son las normas para todos, ni hay igualdad de fuerza, ni hay elección.


El chavismo habla de las minorías y su inclusión. Pero a la vez quiere vernos a todos vestidos de rojo, golpeando el puño mientras decimos que "lo hacemos por amor". Juega a darle nuevos significados a las cosas. Cambia las estrellas de la bandera, los nombres de todo... se pone creativo en sus ratos libres y hace lo que le da la gana en su inutilidad. Cree que por pintar una casa, está haciendo una nueva. Cuando no se trata de parapetear el país ahí más o menos, cuando nos sobren los reales. Se trata de arreglarlo, de acomodarlo, de joderlo menos y hacerlo bien. No se trata solamente de incluir, se trata de cambiar. Pero mientras el chavismo cree que la alegría está y estará en ganar elecciones y no en una mejor calidad de vida; o mientras la oposición continúe esperando lo mejor en lo peor, aquí no habrá salida... si es que la hay. Porque repito, al final, parecemos todos inquilinos.

No escribí el cuento, ni me perdí enamorada en la mirada de mi bebita con sus pestañas seductoras. Me quedé escribiendo a la víspera de estas elecciones. Mientras mi amigo Martín roba a Jorge y descubre a Ana Teresa, desnuda... todo esto solo en mi cabeza. Quedó la historia en dos párrafos. Justo antes del teléfono; antes de la realidad; antes de olvidarme que escribía en casa de otro. Yo quería escribir. Pero preferí desahogarme, solo por joder o sentirme menos jodida.

15* elección.
Referéndum 2009
Ganó el SÍ.

Voté, y fuimos muchos, aunque no los suficientes.

Faltaron Martín, Jorge... y Ana Teresa, sin ropa.


2 comentarios:

oldnaBy dijo...

ya no cabe más desilusión en este país... si queremos rescatarlo trabajemos, pero ¿quedan todavía ganas de trabajar?
yo digo que sí, mientras podamos...
pero claro viendolo desde tu óptica de mamá supongo que se hace más difícil... pensar en que cada día es más difícil salir a la calle y para un niño no es sano estar encerrado entre 4 paredes...

eddy5 dijo...

No creo en nada de lo que dices, mucha gente juega al golpe y a que Chavéz se va y por eso no esta pendiente de lo suyo, mucha suerte y Dios los proteja de cualquier mal